Publicado en: 2018-04-19
Para quienes luchan y lo quieren seguir haciendo (pero su sistema digestivo no funciona como quisieran), aquí dos cortas y sencillas recetas traídas de nuestras ancestras, para mantener la sabiduría popular, recuperar las tradiciones orales y no darle tanto dinero a la industria médico – farmacéutica.
Infusión de albahaca
- Pon a calentar una olla con agua y caléndula.
- Una vez haya hervido el agua, agrega el zumo de medio limón.
- Toma un cuchillo y en su punta pon un poco de bicarbonato, sólo un poco, y lo mezclas con el agua.
- Nuestra infusión está lista para que la consumas.
Infusión de manzanilla con caléndula
- Pon a calentar una olla con agua, las flores de la manzanilla y las flores de la caléndula.
- Una vez haya hervido, pondrás un poco de cristal de sábila en la infusión.
- La infusión está lista para servir.
Puedes tomar estas aguas dos (2) veces al día, preferiblemente después de las comidas y ¡te aseguramos que ayudará en tu digestión!
Recuerda
- La albahaca es una planta aromática, perfecta para agregar a muchas recetas de cocina. Lo que puede que no conozcas de ella es su poder digestivo, diurético y antiespasmódico y que, además, activa tus defensas.
- La caléndula, por su parte, es bien conocida por sus propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias, ayuda a reparar los vasos sanguíneos y a recuperar la circulación en el organismo.
- La manzanilla, a su vez, proporciona propiedades antialérgicas, sedantes y es ideal para los dolores menstruales. Además, trae grandes beneficios digestivos, pues calma la pesadez y es beneficiosa para quienes sufren de gastritis.